Hace algunos años fue aprobada la Agenda 2030. La iniciativa contiene un plan de acción global para lograr un mundo más inclusivo y con un futuro sostenible para todas las personas y el propio planeta. Dicho documento fue firmado por 193 países miembros de la ONU.
El principal objetivo de la Agenda 2030 es delinear un camino que atravesado por los grandes desafíos mundiales, desde la pobreza y el hambre hasta la corrupción y el cambio climático.
La Agenda vendría a ser la hoja de ruta para todos los actores de la sociedad involucrados. Muchos de ellos con la mitad del camino recorrido y otros recién empezando. Lo cierto es que quedan muchos desafíos por delante y hay mucho trabajo por realizar.
El origen de la agenda 2030 se atribuye a la necesidad de abordar los problemas mundiales más relevantes, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación ambiental o la ausencia de desarrollo sostenible.
De esta manera, dentro de un mundo que va hacia su extinción, la Agenda 2030 de la ONU surge como una alternativa favorable. Tal iniciativa propone un programa integral y ambicioso para ayudar a países, empresas y la sociedad general a tratar determinadas necesidades apremiantes, logrando así que la formación del planeta, la sociedad y la economía sea más inclusiva y sostenible tanto para las generaciones presentes como futuras.
La Agenda 2030: la implementación de la Unión Europea
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos en la Agenda 2030 de la ONU alcanzan metas sociales, económicas y ambientales que buscan achicar la brecha de género, erradicar el hambre, fomentar la acción climática y la transparencia, entre otros fines.
Estos objetivos se componen a su vez de 169 metas que tienen que ser cumplidas para el 2030. Las metas necesitan fundamentalmente de la participación de todas las partes de la sociedad, ya sea gobiernos, empresas y sociedad civil.
De todos modos, la realidad es que hay pocos objetivos que se han podido cumplir. Únicamente, alrededor del 15% de las metas de los ODS van por buen camino, el 48% lo hacen de forma moderada y más de una tercera parte (el 37%) muestran un estancamiento o un retroceso. Actualmente, la alerta roja mundial está encendida y es momento de colaborar entre todos.
El rol de las empresas en la Agenda 2030
Las empresas pueden lograr tener un impacto positivo en el planeta y sus habitantes. Es que las firmas también son responsables de la limpieza y rehabilitación de las comunidades, las tierras, las aguas y los ecosistemas contaminados por sus operaciones, así como de asegurar el cumplimiento de los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro.
Es por esto que la Agenda 2030 coloca al sector empresarial como factor clave de desarrollo y sus aportaciones para el desarrollo sostenible se encuentran al mismo nivel que las realizadas por los estados y la sociedad civil.
Esto implica un paso muy importante y una oportunidad doble. Por un lado, la posibilidad de que dejen de ser meros agentes financiadores o donantes y sean considerados un equipo para el cambio. Por otro lado, las empresas tienen dentro del desarrollo sostenible nuevas oportunidades de negocio que tienen que identificar y aprovechar.
En ese aspecto, es importante señalar que esta forma de apreciar los negocios y la sostenibilidad empresarial, se posiciona como el lenguaje de las empresas con futuro.
Dentro de esta relación, el Pacto Mundial de la ONU es la iniciativa que alienta a un tejido empresarial más inclusivo, sostenible y próspero basado en los objetivos de la Agenda y en acciones y plane que puedan contribuir a:
-Fomentar cadenas de suministro responsables, garantizando que proveedores cumplan con principios éticos y sostenibles que sean respetuosos con los derechos humanos y que trabajen contra el cambio climático.
-Innovar en sostenibilidad, creando productos y servicios que integren desde el cuidado del océano, el tratamiento de plásticos hasta la salud de las comunidades.
-Alentar el desarrollo sostenible, haciendo crecer el número de empresas, organizaciones y personas que reclamen por un mundo sostenible. En esta línea, las empresas pueden realizar diferentes acciones de visibilidad y de formación, para promocionar un liderazgo colectivo y extender el mensaje de la Agenda 2030.
-Luchar contra el cambio climático, adoptando prácticas que ayuden a mitigar el cambio climático. Estas acciones provocarán que el tejido empresarial tenga impacto positivo, no sólo por iniciativa iniciativa, sino ante el mundo de leyes y directivas en materia de sostenibilidad que ya está alcanzando Europa y España.
Los desafíos futuros para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030
Desde que se aprobó la Agenda 2030, líderes mundiales fueron parte del Summit en Nueva York donde se analizó en qué estado se encuentran los objetivos propuestos. En dicho encuentro, se realizó una declaración política que sirvió como una hoja de ruta para poder alcanzar esos objetivos.
Para poder cumplir con las metas, es fundamental invertir en proveedores sostenibles, generar cadenas de suministro más resilientes y descarbonizadas. No sólo se trata de aplicar nuevas tecnologías, sino también de desarrollar nuevas capacidades sociales y ambientales.
En conclusión, la Agenda 2030 todavía sigue necesitando de un mayor compromiso y la ejecución de acciones y determinadas estrategias.
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