Los beneficios de la tecnología en la agricultura

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La tecnología ha revolucionado el sector agrícola, permitiendo a los productores tomar decisiones más informadas y precisas. Dentro de las herramientas más valiosas están las imágenes satelitales y los sensores de campo, que ofrecen una visión específica y en tiempo real del estado de los cultivos y el entorno. 

Al usar la información proveniente de dispositivos tecnológicos, los agricultores pueden mejorar significativamente la gestión de sus cultivos, incrementar la productividad y optimizar el uso de recursos.

Las ventajas de las imágenes satelitales

Las imágenes satelitales brindan una vista panorámica de grandes extensiones de terreno, lo que permite a los productores identificar patrones y problemas que no se pueden observar a simple vista. 

Estas imágenes se destacan por su capacidad de monitorear la salud de las plantas mediante índices como el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada y detectar estrés hídrico o nutricional en las plantas. 

Asimismo, ofrecen datos sobre la temperatura del suelo, cobertura vegetal y cambios en el uso del terreno, lo que resulta esencial para planificar estrategias agrícolas y aplicar la agricultura de precisión.

Las ventajas de los sensores de campo

Los sensores de campo son fundamentales para obtener datos precisos y en tiempo real sobre parámetros específicos, como la humedad y temperatura del suelo, pH, conductividad eléctrica, nitrógeno, y otros factores críticos. 

Dichas herramientas permiten a los agricultores realizar un monitoreo detallado de las condiciones locales, ajustando las prácticas de manejo según las necesidades específicas del cultivo. Esto es particularmente útil para optimizar el riego, mejorar la fertilización y prevenir problemas como enfermedades o estrés por calor.

El trabajo conjunto entre las imágenes satelitales y los sensores de campo

La correlación de datos provenientes de imágenes satelitales y sensores de campo brinda lo mejor de ambos mundos: la visión macro proporcionada por los satélites y los datos precisos y locales de los sensores. 

Esta relación integrada permite a los agricultores obtener un panorama completo del estado de sus cultivos, identificando problemas desde el nivel macro hasta el nivel micro. 

Por ejemplo, si una imagen satelital indica estrés hídrico en una zona específica, los datos de los sensores de campo pueden confirmar si el problema se debe a falta de riego, drenaje inadecuado u otro factor.

Los beneficios del uso de la tecnología en los productores

La correlación de estas tecnologías ofrece múltiples beneficios para los agricultores, entre los que destacan:

  • Mejor toma de decisiones: los agricultores pueden tomar decisiones más precisas basadas en datos reales y combinados, lo que disminuye el margen de error y maximiza los rendimientos.
  • Optimización de recursos: al identificar las áreas que requieren más atención, como agua o fertilizantes, los agricultores pueden aplicar insumos de manera más eficiente, disminuyendo los costos y minimizando el impacto ambiental.
  • Detección temprana de problemas: al combinar ambas tecnologías, es posible registrar problemas como enfermedades, plagas o deficiencias nutricionales antes de que se conviertan en una amenaza significativa.
  • Aumento de la productividad: una gestión más precisa y eficiente de los cultivos se traduce en un incremento de la productividad y, en consecuencia, mayores ingresos para los agricultores.

Ejemplos prácticos

Una experiencia clara de esta correlación se da en el manejo de cultivos como el maíz o la soja, donde las imágenes satelitales pueden identificar áreas con menor rendimiento que el esperado. 

Con esta información de sensores de campo, los agricultores pueden determinar si el problema está relacionado a la calidad del suelo, la falta de agua o  a una enfermedad específica. Esta capacidad de diagnóstico combinado permite implementar soluciones personalizadas para cada zona del campo y la optimización de recursos.

Tal es el caso de una finca ubicada en el centro de México dedicada al cultivo de maíz, donde se implementó la correlación de imágenes satelitales con sensores de campo para mejorar la eficiencia del riego. Antes de la implementación, el agricultor enfrentaba problemas de estrés hídrico en ciertas áreas del campo, lo que reducía significativamente los rendimientos.

En resumen, aunque los beneficios del uso de la tecnología agrícola son significativos, es importante tener en cuenta algunos aspectos para implementar esta tecnología de manera efectiva. 

Entre ellos, se incluyen disponer de servicios tecnológicos, la capacitación necesaria para interpretar los datos obtenidos y la conectividad en áreas rurales. Sin embargo, estos desafíos pueden superarse mediante la asesoría de empresas especializadas que ofrecen soluciones integrales para los agricultores y la gestión agrícola.

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