La Agenda 2030 cuenta con 17 objetivos y varias metas incluidas para alcanzar las distintas esferas de la vida social y lograr un objetivo general relacionado a la promoción del desarrollo sostenible.
Dentro de los objetivos de la Agenda 2030 hay varios de ellos vinculados a servicios esenciales para la comunidad como el agua, saneamiento y la energía.
Agua Limpia y Saneamiento
El agua libre de impurezas y accesible para todos es fundamental para lograr una igualdad social y hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este objetivo.
La escasez de recursos hídricos, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado inciden negativamente en la seguridad alimentaria , las opciones de medios de subsistencia y las oportunidades de educación para las familias pobres en todo el mundo.
Actualmente, el fenómeno de la sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, intensificando la problemática del hambre y la desnutrición.
En ese sentido, se espera que para 2050, al menos una de cada cuatro personas probablemente viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce.
Energía no contaminante
Además del agua, la energía es central para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo hoy en día.
Ya sea para los empleos, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o el incremento de los ingresos, el acceso a la energía para todos es fundamental. La energía sostenible es una oportunidad que transforma vidas, economías y el planeta.
En esa línea, uno de los objetivos de la Agenda 2030 está focalizado en garantizar una energía sostenible para todos y asegurar el acceso universal a los servicios de energía modernos, mejorar el rendimiento e incrementar el uso de fuentes renovables.
Trabajo digno y crecimiento económico
La mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares de los Estados Unidos y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza.
Es un tema para analizar ya que se está observando a nivel global un progreso lento y desigual. Es por eso que revisar las políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza, resulta esencial.
La falta de oportunidades de trabajo decente, la insuficiente inversión y el bajo consumo generan una erosión del contrato social básico en las sociedades democráticas: el derecho de todos a compartir el progreso.
En ese aspecto, uno de los objetivos de la Agenda es apostar a la creación de empleos de calidad en todas las economías.
Para conseguir el desarrollo económico sostenible, las sociedades deberán crear las condiciones suficientes para que las personas accedan a empleos de calidad, estimulando la economía sin dañar el medio ambiente.
Industria, innovación e infraestructura
Las inversiones en infraestructura tales como el transporte, riego, energía y tecnología de la información y las comunicaciones, son fundamentales para lograr el desarrollo sostenible y empoderar a las comunidades en numerosos países.
Desde hace tiempo se entiende que para conseguir un aumento de la productividad y de los ingresos y mejoras en los resultados sanitarios y educativos, se necesitan inversiones en infraestructura.
El ritmo de crecimiento y urbanización también está provocando la necesidad de contar con nuevas inversiones en infraestructuras sostenibles que permitan que las ciudades puedan ser más resistentes al cambio climático e impulsar el crecimiento económico y la estabilidad social.
Disminuir las desigualdades
La comunidad internacional ha logrado grandes avances para sacar a las personas de la pobreza. Las naciones más vulnerables, es decir los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo, siguen avanzando en el ámbito de la reducción de la pobreza.
Sin embargo, siguen existiendo desigualdades y grandes disparidades en el acceso a los servicios sanitarios y educativos y a otros bienes productivos.
Asimismo, a pesar de que la desigualdad de los ingresos entre países ha podido reducirse, dentro de los propios países se observa una mayor desigualdad.
En ese punto, existe un mayor consenso de que el crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza si este no es inclusivo ni tiene en cuenta las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental.
Es por eso que con el fin de reducir la desigualdad, se ha recomendado la aplicación de políticas universales que presten especial atención a las necesidades de las poblaciones desfavorecidas y marginadas.
En resumen, estos son algunos de los aspectos que se tienen en cuenta dentro de los objetivos de la Agenda 2030. Cada región tiene sus propios desafíos, pero en general se busca garantizar un desarrollo sostenible e igualitario entre los países.
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