Agenda 2030: el foco en las ciudades sostenibles

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Las ciudades son centros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. Es por eso que pensarlas como un espacio de sostenibilidad es todo un desafío. 

En muchos casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. Ahora bien, son muchos los problemas que existen para mantener estos lugares de forma que se sigan creando empleos y prosperidad sin ejercer presión sobre la tierra y los recursos y ese es el reto de la Agenda 2030.

Los problemas comunes de las ciudades son la congestión, la falta de fondos para prestar servicios básicos, la escasez de viviendas dignas y el deterioro de la infraestructura.

Hoy las ciudades se enfrentan a problemas que pueden vencer para poder seguir prosperando y creciendo, y al mismo tiempo, aprovechar mejor los recursos y reducir la contaminación y la pobreza. 

El futuro que propone la Agenda es construir ciudades repletas de oportunidades, con acceso a servicios básicos, energía, vivienda, transporte y más facilidades para todos.

Producción y consumo responsables

Para lograr ciudades sostenibles, el consumo y la producción son esenciales. 

Ambos factores consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la eficiencia energética, infraestructuras sostenibles y facilitar el acceso a los servicios básicos, empleos ecológicos y decentes, y una mejor calidad de vida para todos. 

Su aplicación puede contribuir al logro de estrategias generales de desarrollo, minimizar los futuros costos económicos, ambientales y sociales, aumentar la competencia económica y reducir la pobreza.

En ese sentido el objetivo vinculado al consumo y la producción sostenibles, es hacer más y mejores cosas con menos recursos, aumentando las ganancias de bienestar de las actividades económicas a través de la reducción de la utilización de los recursos, la degradación y la contaminación durante todo el ciclo de vida. 

De esta forma, se intenta promover una mejor calidad de vida. En este proceso participan distintos actores entre ellos empresas, consumidores, encargados de la formulación de políticas, investigadores, científicos, minoristas, medios de comunicación y organismos de cooperación para el desarrollo.

También es necesario aplicar un enfoque sistémico y lograr la cooperación entre los participantes de la cadena de suministro, desde el productor hasta el consumidor final. 

De esta forma, se integra a los consumidores mediante la sensibilización y la educación sobre el consumo y los modos de vida sostenibles, brindándoles información adecuada a través de normas y etiquetas, y participando en la contratación pública sostenible, entre otros.

Acción por el clima

Dentro de la producción y el desarrollo sostenible, el cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes. 

Este fenómeno tiene un impacto negativo en la economía nacional y en la vida de las personas, de las comunidades y de los países y, en un futuro, se espera que las consecuencias sean todavía peores.

Las comunidades viven en primera persona las consecuencias del cambio climático, que incluyen cambios en los patrones climáticos, el aumento del nivel del mar y la presencia de fenómenos meteorológicos extremos. 

Las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las actividades humanas hacen que esta amenaza aumente. De hecho, las emisiones nunca habían sido tan altas como hoy en día. 

Es por eso que la Agenda apunta a generar acciones que contribuyan a aliviar los efectos del cambio climático. 

Tenemos a nuestro alcance soluciones viables para que los países puedan tener una actividad económica más sostenible y más respetuosa con el medio ambiente.

El cambio de actitudes se acelera a medida que más personas están recurriendo a la energía renovable y a otras soluciones para reducir las emisiones. De todos modos,  el cambio climático sigue siendo un reto global que no respeta las fronteras nacionales. 

En líneas generales, ante este contexto, los países están trabajando para adoptar un acuerdo global que permita luchar contra el cambio climático y de esta forma generar estilos de vida más saludables y procesos productivos más respetuosos con los recursos del medio ambiente. 

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